Wednesday, April 06, 2005

El Don

Example

Mi viejo es un tipo tierno. Ayer me enteré de que guarda una fotocopia del cheque con mi primer sueldo.

Pero además, mi viejo me enseñó a cantar temas de los Beatles antes de a hablar. Me enseñó que la única manera de hacer las cosas es honestamente. Que no hay nada más importante que ser feliz (inclusive más allá de lo que muchas veces puedan decir tus propios padres). Que no es nada fácil criar un hijo y que se aprende paso a paso. Que la universidad es lo más importante, pero que no es todo. Que la plata no tiene ni remotamente el valor que se le da, que viene y se va.

De él heredé su increíble sentido del humor, sus dientes, su altura y su melancolía.

Todos los días a la mañana y a la noche me manda un mensajito al celular de buenos días y deseandome "dulces noninos". Y cuando voy a su casa me malcría como nadie. Le encanta que yo sepa de cine y que ame la literatura; que me guste viajar y que sea solitaria.

Según palabras de M., es un tipo que cuando te sonríe te dan ganas de abrazarlo. Pero cuando se pone serio, infunde un respeto enorme. No tiene muchos amigos, "sino los necesarios". Fue hippie y su tema preferido es Across the Universe. Odia los covers. Pero le gustan temas de los Redondos. Es una persona que sabe muchísimo de todo (y nunca fue a la Universidad) pero se hace el tonto porque sabe que es más cómodo. Cree en Dios. Pero no tanto en la Iglesia. Siempre va a estar para dar una mano: a sus amigos, a su ex-esposa / mi vieja, a nosotras o a cualquiera que realmente lo necesite y acuda a él. Y ahora se viene a dar cuenta de que, cuando las cosas se hacen de corazón, vuelven.

Y me estoy quedando corta; pero, como ven, hay veces en las que me cierra un poco más cómo pudo ser que un tipo increíble como este haya querido ser cura en algún momento (*).


(*) As a matter of fact, hizo 3 años del seminario en un convento en Bolívar.

Dancing to: Brown Sugar (The Rolling Stones)